(Expansión, 18-11-2014)
La tendencia mundial hacia la
consolidación fiscal supondrá un agravamiento de la crisis del empleo y el
aumento de las desigualdades, según alerta un informe de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) publicado. El texto titulado "Tendencias
políticas mundiales de la protección social 2010-2015", destaca el ejemplo
de Europa, donde las medidas de consolidación fiscal "han contribuido a
incrementar la pobreza o la exclusión social, que actualmente afecta a 123
millones personas o el 24 por ciento de la población de la Unión Europea".
El informe deja claro que en
los países en desarrollo que no están invirtiendo en protección social,
"se espera que las medidas de ajuste afecten negativamente a millones de
hogares que han tenido que enfrentar oportunidades de trabajo más escasas y
peor remuneradas". Además, la OIT considera que los ciudadanos de dichos
países en desarrollo sufrirán un incremento del precio de los alimentos y de
los combustibles, y un menor acceso a los servicios públicos.
El estudio se basa en el
"Informe mundial sobre la protección social 2014/15: Construir la
recuperación económica, el desarrollo inclusivo y la justicia social" de
la OIT y utiliza las proyecciones presupuestarias más recientes del Fondo
Monetario Internacional (FMI). El estudio, que analiza las políticas de
protección social entre 2010 y 2015, muestra que en la primera fase de la
crisis (2008-09), en alrededor de 50 países fueron adoptados planes de estímulo
fiscal y la protección social desempeñó un papel importante en la respuesta
expansionista.
Sin embargo, en la segunda fase
de la crisis (desde 2010), muchos gobiernos emprendieron la consolidación
fiscal y la contracción prematura de los gastos, a pesar de la necesidad
urgente de apoyo por parte de las poblaciones vulnerables.